Cultivo de lechuga (Lactuca sativa) bajo condiciones del valle del Rímac, Lima
Resumen
El presente trabajo profesional tuvo como principal objetivo plasmar una serie de experiencias recopiladas a partir del trabajo realizado con una de las hortalizas más nobles que puede haber conocido el hombre, la lechuga. Esta hortaliza que puebla tantas ensaladas en el Perú como en muchas partes del mundo. El lugar donde se obtuvo las experiencias está ubicado en el Valle del Rímac, específicamente en el Distrito de Santa María de Huachipa. El nombre de la empresa es SF Almacigos cuyo fundador es el Sr. Santiago Fumagalli Galli. Esta empresa tiene un área cultivable de 4 hectáreas, la cual presenta un riego tecnificado y un personal altamente calificado. Lactuca sativa, es conocida con los nombres de: lechuga arrepollada, lechuga colorada, lechuga crespa, lechuga de cogollo, lechuga de hojas rizadas, lechuga escarola o lechuga romana etc.; estas toman el nombre en función de la forma o colores que adopta la mencionada hortaliza. Se dice que su origen proviene de la India, otros mencionan que es de Eurasia o América del Norte. También se comenta que los romanos eran muy conocedores de su manejo. La lechuga es especialmente apreciada por su frescura, gran digestibilidad y por su alto contenido de agua. Desde el punto de vista medicinal, posee unas características muy interesantes, es demandada por sus propiedades anestésicas útiles en tratamientos contra ciertas neuralgias como la ciática, estreñimiento, acidez, dolor de muelas, inflamación de las encías, nefralgia, dolores reumáticos etc. La lechuga también ha probado por siglos ser una excelente inductora del sueño. Por su poder vitamínico, especialmente con un alto contenido de vitamina K, es muy requerida para combatir la avitaminosis. La planta es anual y autógama, su raíz no llega nunca a sobrepasar los 25 cm. de profundidad, es pivotante, presenta tallo corto cilíndrico y ramificado, la inflorescencia está compuesta por capítulos florales amarillos dispuestos en racimos o corimbos. En cuanto al clima, la lechuga puede desarrollarse a temperaturas de 6˚ C.; con mucha dificultad. Es por eso que los climas templados frescos, con temperaturas promedio mensuales entre 13˚ y 18˚C, permiten su cultivo durante todo el año. Temperaturas altas, principalmente las que se dan en verano son un factor que limita considerablemente su normal desarrollo, afectando a muchos campos en la costa peruana. Los suelos ideales para su normal crecimiento son los ligeros con buen drenaje, ausentes de impedimentos mecánicos, con un nivel medio-alto de materia orgánica, un pH que oscile entre los 6,8 y 7,4,contenidos bajos de cloruros (Cl-) y de sodio (Na+). En el caso del agua, esta hortaliza es muy susceptible a su pérdida, debido a que presenta una gran área foliar expuesta al ambiente, las consecuencias de su ausencia son afectan su firmeza y turgencia. Los cultivares con las que se trabajó fueron: Gala (tipo Iceberg), Yerga (tipo Romana), Montereal (tipo Romana), Cuadraspania (tipo Escarola Francesa), Cabello de Angel (tipo Escarola Francesa), Lirice (tipo Escarola Rizada) y Grenadine (tipo Lollo Rosso). El seleccionar estos cultivares fue el resultado de varias pruebas campaña tras campaña de un grupo más amplio de lechugas. Los cultivares mencionados cumplieron con ciertas características fundamentales para su normal producción y comercialización, las cuales son: tipo de hoja, un buen repollo, rendimiento por metro cuadrado, peso, resistencia a plagas, enfermedades y lo más importante es la adaptación a diversas condiciones climáticas. Debemos destacar que la calidad y el rendimiento de la lechuga están influenciados por una pobre fertilización, la cual trae como consecuencias plantas pequeñas, débiles y una coloración anormal. Ante esto, luego de varias campañas se logró perfeccionar el nivel de fertilización deseado, obteniendo los mejores resultados de producción con la siguiente formula: nitrógeno, fósforo, potasio y calcio de 145-80-80-20 kilogramos/ha respectivamente para la lechuga Iceberg y 120-65-70-30 kilogramos/ha respectivamente para las lechugas Romana, Escarola y Lollo Rosso. Tener en claro que las 8 primeras semanas son las más importantes en cuanto a una adecuada absorción de nutrientes. Las plagas y enfermedades más importantes podemos destacar a los Minadores (Liriomyza huidobrensis), Mosca blanca (Bemisia tabaci), Pulgones (Myzus persicae), Gusano gris (Agrotis spp.), Botritis o moho gris (Botrytis cinerea), Mildiu (Bremia lactucae), Oidio (Erysiphe cichoracearum) y Esclerotinia (Sclerotinia sclerotiorum). Las cuales son controladas con un oportuno monitoreo, una adecuada dosis y momento de aplicación. En la cosecha y postcosecha de las lechugas se debe tener un especial cuidado con las que forman repollo (Gala: tipo Iceberg) más que con los otros cultivares. Esto debido a que el golpe o el rozamiento entre ellas producen heridas lo que las hace menos atractivas a la hora ser comercializadas. Realizar el traslado de las lechugas cosechadas a las cámaras de refrigeración lo más pronto posible para evitar su deterioro normal. La mayor comercialización de lechugas se da en los meses de verano. Pero en general su consumo es muy bajo en nuestro medio, aun así su producción y comercialización aumenta año tras año. La calidad juega un papel muy importante a la hora de comercializar las lechugas, es por eso que se controla y supervisa cada etapa de la cadena productiva con la finalidad que se cumplan todos los requerimientos exigidos por los clientes. Actualmente la empresa comercializa solo un 60% de las lechugas sembradas en campo, debido a la incidencia de plagas y enfermedades. El 40% de lechugas afectadas en campo no presenta las características estéticas que son requeridas, donde las hojas superficiales son las más perjudicadas. Es por esta razón que se está evaluando el uso de ese 40% como lechuga picada y posteriormente embolsada. Ya que con una buena limpieza de las hojas superficiales las lechugas quedan aptas para su procesamiento.
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